¿Le das lugar a la compasión?
La compasión es un sentimiento humano que se
manifiesta a partir del sufrimiento de otro ser. Más intensa que la empatía, la
compasión describe el entendimiento del estado emocional de otro, y es con
frecuencia combinada con un deseo de aliviar o reducir su sufrimiento.
(Wikipedia)
La compasión no es una virtud única del
creyente cristiano, es una virtud que puede encontrarse en los hombres cuando
se muestran como tales, al ser movidos y ayudar a otros cuando está en
necesidad. La Biblia nos habla del interés de Dios en que aprendiésemos de esta
cualidad invaluable cuando en su andar Jesús se mostraba compasivo y exhortaba
a ser misericordiosos como por ejemplo cuando multitud de personas le seguían
con deseo de ser aliviados de sus angustias y enfermedades, “al ver las
multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas,
como ovejas sin pastor” Mateo 9:36; “Cuando Jesús desembarco y vio a tanta
gente, tuvo compasión de ellos y sano a los que estaban enfermos” Mateo 14:14 el
pasaje del buen samaritano es conocido por muchos, también hay un dato
importante que se desprende de esta historia y es que Samaritanos y Judíos no
se llevaban, así que este fue “El BUEN SAMARITANO”; este hombre actuó sin
prejuicios, sin temor, fue movido por esa completa misericordia, se detuvo a
limpiar, curar, vendar las heridas, llevar a este herido víctima del hampa de
la época a un sitio de descanso y pagar para que fuese bien cuidado y aun Jesús
al narrar tal episodio exhorta al que con él hablaba a hacer lo mismo. (Lectura
Lucas 10:25-37).
Al salir de casa nos topamos con
muchos casos peculiares, pero que claman por misericordia, por acción
ciudadana, por compasión, bueno sería el hacer lugar, un espacio dentro de
nosotros a la compasión y en el momento en que se acerque la necesidad o pase
ante nuestra vista saquemos de ese lugar para cubrir lo imperante.
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