Si te has llenado de un genuino deseo de cambiar tu entorno, de hacer algo que beneficie de forma significativa a tu prójimo y por ende a la sociedad, ya sea que este enfrentando problemas de adicción, animo, desnutrición, educación, y aquellas otras necesidades que usted podría agregar, déjame decirte que requieres codearte con el altruismo, esta palabra contiene un significado profundo, está relacionado con la solidaridad y para quienes militan en la ayuda humanitaria. El diccionario de la Real Academia Española señala que es la “Diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio”. La biblia lo señala como amor al prójimo; ese amor desinteresado que te mueve a buscar el bienestar de tu semejante. (Parábola del Buen Samaritano)
El altruista tiene en su mente que el ayudar es su norte, pero hay una fuente de la que debe sustentarse tal labor, esa fuente es el amor, esto le dará mayor consistencia.
Jesucristo siempre mantuvo
en sus enseñanzas las ejemplificaciones de entender que el amor es acción y que
esas acciones que la misma vida diaria demandaría de nosotros pudiesen ir
acompañadas de fundamentaciones que señalasen que el amor reside dentro.
Fíjense “Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el
que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo”. Lucas 3:11
No
puedes olvidar.
Para ayudar a otros no es preciso esperar a que se den lugar situaciones de desastres, como terremotos o tsunamis, en la cotidianidad se
presentan momentos claves en los que puedes ofrecer ayuda al escuchar al que
desea ser oído y liberar tensión, al dar un consejo oportuno, al dar pan
al hambriento.
Es importante tener en cuenta que
ese amor al prójimo cobra formas también, ya que en esto siempre está implícito
el dar: darse a sí mismo (servicio) y dar materialmente.
Ejemplo
de personalidades altruistas:
En la biblia Jesús fue nuestro
principal guía y mentor, el sanaba, alimentaba, libertaba a aquellos que se
acercaban a él, señalo que tenia compasión de la gente pues andaban como ovejas
sin pastor.
En el siglo XX la
influencia positiva de personas como La Madre Teresa de Calcuta y La Princesa
Diana, dejaron en evidencia que la sensibilidad y el deseo de bien para el otro
es una de las mejores cualidades que el ser humano pueda tener.
Actualmente personas del mundo
del espectáculo continúan como embajadores, usando sus recursos y talentos para
ir más allá de sus vidas:
Angelina
Jolie: se dice que es una Madre Teresa
de los tiempos modernos, trabaja en la ONU y la UNICEF como embajadora, ha
estado muy activa en los asuntos humanitarios a nivel mundial.
Madonna es presidenta de Success for
Kids, una ONG educativa fundada en 2001, y en 2006 creó la fundación Raising
Malawi, país de donde son sus dos niños adoptivos.
Alejandro
Sanz fue nombrado miembro de honor de
Save the Children por su solidario involucramiento en Médicos Sin Fronteras y
fundaciones como Greenpeace o Alas. El premio le fue dado como reconocimiento
por su dedicación a los niños en el mundo.
Shakira creó la fundación Pies Descalzos
en 1997. A través de ella ha construido escuelas para niños de escasos
recursos.
Antonio
Banderas es embajador de Buena Voluntad de
la ONU, y en días pasados pidió una movilización mundial para ayudar a superar
la hambruna y la crisis humanitaria que afectan a los países del Cuerno de
África.
Hoy continúan muchos más como seres anónimos, movidos por un legitimo deseo; ver cambios en el entorno, cambios que se provocan y no se esperan, señalando que quieren ser el cambio que desean ver y no existe mejor ingrediente que “el amor” que hace a un altruista, pues en los tiempos difíciles te hará persistir alimentando tu fuerza de voluntad y guiándote a lo correcto.
"Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis
de beber; fui forastero, y me recibisteis; 36estaba desnudo, y me vestisteis;
enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí". Mateo 25:35-36
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