Evidentemente un voto de
confianza han pedido muchos día a día desde instituciones educativas, médicos,
políticos, reporteros, entidades bancarias, y hasta cada uno de nosotros, lo
cierto es que la gente desea encontrar en quien creer, en quien depositar su
confianza, pero como hombres hemos socavado las bases de esta.
¿Porque sucede esto?
La integridad del hombre es puesta a prueba ante lo que pareciese irresistible, también por lo que hay en el corazón, por las motivaciones equivocadas que se dejan ver al escudarnos tras los deseos egoístas que acuden a la mentira para obtener algo a cambio o para acertar en ciertos puntos.
Hemos aprendido a usar mascaras
Han escuchado alguna vez corazones vemos, pero corazones no sabemos y es que como hemos aprendido a colocarnos mascaras que nos permitan fingir y así calar en las situaciones que se presenten ya sea el del buen amigo, el del empleado de confianza, el del payaso, el de carita feliz, el de manso cordero, el del desentendido, el del justiciero, y quizás hasta usted podría agregar unas cuantas más que ha podido notar en su transitar por esta vida.
Tal vez por esto la gente camina con tanta desconfianza, ni los religiosos escapan del ser sometidos a la lupa, lo cual resulta importante preguntarnos, ¿Qué ha sucedido con la credibilidad? ¿Se ha desbancando el valor de la sinceridad, honestidad y transparencia? Creo que aún existen personas nobles, dignas de confianza que deben multiplicar y trasmitir esa esencia como un legado, esta sociedad necesita más padres que hablan verdades con hechos a sus hijos desde el hogar, más educadores que no desean que su conducta sea cuestionada ante quienes están formando, de hombres y mujeres que no desean negociar sus principios ante situaciones tentadoras; de intento tras intento algo bueno resultara, gana un voto de confianza, siembra sinceridad.
Que dice la biblia:
¿Porque sucede esto?
La integridad del hombre es puesta a prueba ante lo que pareciese irresistible, también por lo que hay en el corazón, por las motivaciones equivocadas que se dejan ver al escudarnos tras los deseos egoístas que acuden a la mentira para obtener algo a cambio o para acertar en ciertos puntos.
Hemos aprendido a usar mascaras
Han escuchado alguna vez corazones vemos, pero corazones no sabemos y es que como hemos aprendido a colocarnos mascaras que nos permitan fingir y así calar en las situaciones que se presenten ya sea el del buen amigo, el del empleado de confianza, el del payaso, el de carita feliz, el de manso cordero, el del desentendido, el del justiciero, y quizás hasta usted podría agregar unas cuantas más que ha podido notar en su transitar por esta vida.
Tal vez por esto la gente camina con tanta desconfianza, ni los religiosos escapan del ser sometidos a la lupa, lo cual resulta importante preguntarnos, ¿Qué ha sucedido con la credibilidad? ¿Se ha desbancando el valor de la sinceridad, honestidad y transparencia? Creo que aún existen personas nobles, dignas de confianza que deben multiplicar y trasmitir esa esencia como un legado, esta sociedad necesita más padres que hablan verdades con hechos a sus hijos desde el hogar, más educadores que no desean que su conducta sea cuestionada ante quienes están formando, de hombres y mujeres que no desean negociar sus principios ante situaciones tentadoras; de intento tras intento algo bueno resultara, gana un voto de confianza, siembra sinceridad.
Que dice la biblia:
“El que habla verdad declara
justicia; mas el testigo mentiroso, engaño.” proverbios 12:17
“Muchos hombres proclaman cada
uno su propia bondad, pero hombre de VERDAD, ¿quién lo hallará? Camina en su
integridad el justo; sus hijos son dichosos después de él.” Proverbios 20:6-7
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