lunes, 13 de enero de 2014

¿Le das lugar a la compasión?


La compasión es un sentimiento humano que se manifiesta a partir del sufrimiento de otro ser. Más intensa que la empatía, la compasión describe el entendimiento del estado emocional de otro, y es con frecuencia combinada con un deseo de aliviar o reducir su sufrimiento. (Wikipedia)


 La compasión no es una virtud única del creyente cristiano, es una virtud que puede encontrarse en los hombres cuando se muestran como tales, al ser movidos y ayudar a otros cuando está en necesidad. La Biblia nos habla del interés de Dios en que aprendiésemos de esta cualidad invaluable cuando en su andar Jesús se mostraba compasivo y exhortaba a ser misericordiosos como por ejemplo cuando multitud de personas le seguían con deseo de ser aliviados de sus angustias y enfermedades, “al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor” Mateo 9:36; “Cuando Jesús desembarco y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sano a los que estaban enfermos” Mateo 14:14 el pasaje del buen samaritano es conocido por muchos, también hay un dato importante que se desprende de esta historia y es que Samaritanos y Judíos no se llevaban, así que este fue “El BUEN SAMARITANO”; este hombre actuó sin prejuicios, sin temor, fue movido por esa completa misericordia, se detuvo a limpiar, curar, vendar las heridas, llevar a este herido víctima del hampa de la época a un sitio de descanso y pagar para que fuese bien cuidado y aun Jesús al narrar tal episodio exhorta al que con él hablaba a hacer lo mismo. (Lectura Lucas 10:25-37).


Al salir de casa nos topamos con muchos casos peculiares, pero que claman por misericordia, por acción ciudadana, por compasión, bueno sería el hacer lugar, un espacio dentro de nosotros a la compasión y en el momento en que se acerque la necesidad o pase ante nuestra vista saquemos de ese lugar para cubrir lo imperante.

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