
La esperanza produce paz cuando estamos agobiados, ella nos brinda la oportunidad de creer que lo mejor está por llegar, que todo estará bien o que todo obrará para bien, sin duda es el mejor aliado para afrontar situaciones que calificamos como problemas
Para mi existen muchos ejemplos de terceros que enriquecen nuestra vida cuando son compartidos. Particularmente creo que la fuente de esperanza es Dios mismo, creer que siempre querrá lo mejor para el hombre, te llena de paz.
Una de las historias que ha captado mi atención es aquella mujer que padecía de un flujo de sangre por 12 años, iba de médico a médico, pero no soltaba la esperanza, ella creía que si tocaba el borde o algo del vestido de Jesús, seria favorecida, así que aprovecho la multitud y lo hizo; en ese instante fue sana. Saben el contexto histórico habla de que su estado le imposibilitaba tocar a alguien, mas esto, no fue obstáculo para ir en pos de aquello que confiaba era su solución, su acto fue visto por Jesús como un acto de fe: “Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.”(Referencia Lucas 8:43-48).
La esperanza es un reto para mucho de nosotros, noten esto:
“como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios” Romanos 4:17-20
La esperanza está en los pequeños detalles de la vida hasta los más altos desafíos: con esperanza hará y siembra el agricultor para recibir la cosecha, con esperanza lanza la red el pescador al mar, con esperanza te levantas a trabajar, con esperanza una madre lo da todo por su hijo, con esperanza creemos en la intervención favorable. He tenido la oportunidad de hablar con pacientes que superaron el cáncer y me he maravillado al escuchar con cuanta fe batallaron para obtener su victoria, sin duda la esperanza gratifica.
Te comparto textos que me llenan de esperanza:
“Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del en esta tierra de los vivientes.” Salmos 27:13
¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! Salmos 42:11 | NVI
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