Cuadros distorsionados de
la educación.
Sino fijamos una posición marcada, la formación de esta generación podría caer a
manos del arrebato de irresponsabilidad; las consecuencias del descuido serian nefastas
para nuestras familias y sociedad, los pensamientos comenzarían a albergar y
sacar los siguientes argumentos: “Ciertamente el sistema demanda hacer nuestro
dios el dinero, de seguro; ¡dinero a la vista y preocupaciones bajo cero! ¿Enseñar
buenos valores para qué? seria desperdicio, esto se trata de aplicar la ley del
más fuerte y de seguro la moralidad te darían clases de honestidad que no se
usan hoy en día con frecuencia, es más, te enrollas con ser muy transparente y
te sacan de la jugada, de las invitaciones. Aquí quien vale, primero tú,
segundo tú, tercero tú, mmm un puesto allá en el fondo para los demás, visitar,
socializar eso era en el pasado, para eso está la internet y los celulares, un
mensaje en cadena y dije estoy bien, pensé en ti, te saludo, la vida está muy difícil hay que trabajar y
trabajar y si queda tiempo para descansar”.
Quizás los valores de hoy
día estén distorsionados, pero por ello, ¿elegiremos ir por el mismo camino?
¿Si tienes la bendición de formar hijos, los levantaras en que instrucción? Y
ante todo este escenario enunciado, ¿hay algo que puedas hacer? ¿Habrá algo que
puedas corregir?
Nota especial “Si clamares
a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como la plata la
buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de
Jehová, y hallaras el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de
su boca viene el conocimiento y la inteligencia.”
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